The Antlers, Sala Caracol, Martes 3/12
"Los de Pitchfork les dan un 8 y pico... habrá que verlos", o eso es lo que debimos pensar la mayoría de los que estuvimos ayer en la Sala Caracol. Los teloneros La Débil (buen nombre, oiga) le echaron ganas con una suerte de post-rock macarra pese a que aún había más gente en la barra que frente al escenario. Imaginativos e intensos a la percusión, plomizos en las intros y sufridores del mal endémico del indie español: no tienen cantante, el más echao palante agarra el micrófono... y a correr. Con todo, no estuvieron nada mal.
Despacharon 4 o 5 canciones y acto seguido aparecieron The Antlers con el pie izquierdo, a mitad de la primera canción petardazo de lo que ellos llamaban "transformer" (lo llamaremos cachivache). Salieron al paso con elegancia al entonar el estribillo a capella, volvieron donde lo habían dejado y al cabo de unos segundos el cachivache reventó con más fuerza. Todo un marrón , la primera en la frente.
Parón de 5 minutos y vuelta a escena con su propuesta shoegazer cortavenas a la Jeff Buckley y, esta vez sí, un excelente sonido. Épicos para bien en sus temarracos ("Bear", "Two", "Sylvia") y bastante cargantes cuando seguían demasiado a rajatabla el empiezo-tranquilo-y-exploto-en-el-estribillo (así hasta siete veces). ¿Hype justificado? Como casi siempre... no.
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